martes, 11 de marzo de 2014

¿Qué inventamos hoy?
HISTORIAS DE TERROR

6 comentarios:

  1. Pablo era un niño normal, tenía unos nueve años y vivía en un pequeño pueblo a las afueras de Madrid, como cada tarde, al terminar el colegio, se fue con sus amigos y compañeros de clase ha echar unos partidos de fútbol y a jugar a las canicas a una pequeña finca particular que estaba abandonada, como muchas otras de aquel pueblo, que estaba cruzando un diminuto callejón que muy pocas personas sabían que existía. La madre de Pablo, le dio un euro por la mañana para que su hijo se comprara unos regalices o un par de paquetes de cromos que a él tanto le gustaban, y le dijo que no le contara a nadie que tenía dinero, ya que, podrían robárselo o pegarle para que se lo dieran, así que, Pablo, decidió que quedarse un poco atrás del grupo de sus amigos para que al ir a la tienda no le empezaran a pedir dinero para comprarse ellos también golosinas, sería lo mejor, y así lo hizo, sus compañeros no notaron su ausencia porque, aunque se llevara muy bien con todos, no solía hablar mucho. Justo antes de entrar por el callejón, cruzó a la otra acera, pero, de repente, se escondió en la esquina de la calle, Pablo se quedó inmovilizado al ver aquella imágen, un par de hombres de aproximadamente treinta y cinco o treinta y seis años estaban apuñalando a una mujer, que no era otra que su propia madre. Pablo no sabía que hacer por lo que decidió ir corriendo hasta que estuvo justo detrás de ellos y... se quedó quieto, inmóvil. Por más que su madre le rogaba con todas sus fuerzas y entre alaridos que se marchara, que huyera, que se escondiera lo más lejos posible, pero, de repente, silencio. Su madre murió y entonces fue cuando Pablo echó a correr, pero, tras él, el asesino, la persona que había matado a su madre a base de cuchilladas, el hombre lo atrapó pronto ya que, era un niño de apenas nueve años contra un asesino en serie. Se abalanzó encima de Pablo y le dijo: -¨No le vas a contar a nadie lo que has visto, o si no, a ti te pasará lo mismo¨
    A lo que Pablo le contestó: ¨Se lo contaré a la policía y a mi papá para que a ti te metan a la cárcel¨ Estas fueron las últimas palabras del niño ya que, no, no lo mató, el asesino sacó de su bolsillo la navaja con la que había matado a su madre, sacó con una mano la hoja de a navaja, y, con la otra la lengua del niño, y de repente, otro alarido y, nuevamente, silencio. Aquel hombre había ayudado a su amigo a matar a una mujer inocente que sólo quería llevar un bocadillo y un zumo a su hijo que se supone que tendría que estar jugando con los otros niños en aquella parcela y había cortado la lengua de un niño de nueve años por temor a que contara cómo dos hombres mataban a su madre.
    Todo esto ocurrió en un silencioso barrio en el que, nadie se enteró de lo que estaba pasando en ese momento, los ancianos estaban viendo el Madrid-Barça que televisaban por fin, las mujeres estaban comprando telas en la plaza como todos los viernes, los hombres estaban trabajando en la fábrica de conservas y los niños jugando.
    Nadie se enteró nunca de lo ocurrido ya que, nadie notaba, al igual que la de Pablo, la presencia de aquella mujer, ni la de su marido, porque todos le tomaron por loco, pero...¿fue una coincidencia que ese día, a aquella hora, no habría nadie en la calle, o es posible que todos los habitantes de aquel pueblo supieran lo que iba a pasar?

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  2. En aquel tiempo los niños jugaban sin darse cuenta que perdían la noción del tiempo, las personas tranquilas paseaban gozando de las vistas de la ría, la tarde llegaba tarde, y cuando el sol se ponía la alegría de los niños y la tranquilidad de la ría se convertía en un ambiente frío, tosco y sin vida. En las casas las luces caían como un vaso al suelo y el soplo del viento provocaban tensión en las ventanas. Un niño pequeño, con poco más de seis años, jugaba con una pequeña luz debajo de sus sabanas, mientras sus padres dormían. El pequeño Diego inquieto, dio un pequeño salto al suelo, que hizo que el suelo de madera chirriase de manera rápida. Y sucesivamente abrió la puerta de su habitación, como si no temiese a encontrarse nada al otro lado. Bajo las escaleras con la pequeña luz en su mano, creyendo así que era la cosa más frágil que poseía. En el salón se dio cuenta de que no encontraba a su muñeco favorito, y le empezó a llamar como si su vida dependiese de ello. -¡CAPITÁN TRUENO! -¡CAPITÁN TRUENO! ¿Dónde estas? ¡Dame una señal!.
    Sin haber respuesta empezó a subir las escaleras, en ese momento se dio cuenta de que algo le rozo la planta del pie izquierdo, su cuerpo dio la vuelta al momento y en su cara se pudo ver el horror que sentía, más tarde vio que lo que estaba detrás de él era un espectro con cuernos en la cabeza, los brazos largos y las piernas esquemáticas. Que decía con voz grave y desafiante : Tú serás mi última victima. Diego asustado por lo que sus ojos decían ver, calló al suelo dando así el último soplo de su vida. La pequeña luz calló escaleras abajo, rompiendo así la pelota y haciéndole una pequeña cisura, que más tarde dejaría libre una luciérnaga.
    Doménica de la torriente
    2º E.S.O

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  3. LA SEÑORA QUE CANTABA

    Carolina era una niña de trece años que vivía con sus padres en Barcelona. Una noche, mientras estaba sola en el salón vió una sombra en las cortinas y se acercó ya que la había parecido ver la sombra de una mujer pero, al acercarse, desapareció.
    Carolina pensó que serían imaginaciones suyas y decidió irse a la cama. Mientras subía las escaleras, oyó la voz de una mujer cantando en el salón. Decidió ir al salón, algo indecisa y, al lleguar allí, vió reflejada en un espejo a la señora que cantaba. Tenía el rostro envejecido, el pelo alborotado y la cara muy seria. Esta la dijo a Carolina que iba a ocurrir algo muy malo dentro de poco y, dichas estas palabras, se rajó la garganta. Mientras la sangre caía sobre el suelo, Carolina se marchó corriendo al cuarto de sus padres los cuáles no la creyeron. Al día siguiente no quedaba ningún rastro de sangre e intentó convencerse de que no había pasado nada y de que todo había sido un sueño. Se tomó el desayuno y se fue al colegio. Al entrar en la clase no vió a nadie, ni al profesor, así que siguió esperando . Los minutos pasaban y nadie entraba en la clase así que decidió marcharse a la clase de al lado pero, cuando fue ha abrir la puerta se encontró con la señora que cantaba y pegó un grito. Salió corriendo hacia la clase que estaba en frente y vió a sus compañeros de clase asesinados entonces, supo que sería la siguiente. Aunque intentó con todas sus fuerzas salir de la clase no pudo, y la señora que cantaba la mató, como a todos los demás alumnos y profesores del colegio.

    Nadie supo nunca quién había asesinado a los alumnos y profesores y, aquella señora, apareció aorcahada un día después en la habitación de Carolina.

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  4. En una noche oscura de verano mi amiga Alexia y yo fuimos al bosque a dar un paseo con mis dos perros, era muy de noche todo estaba oscura solo se veían la estrellas que brillaban en el cielo, ibamos caminado cuando de repente nos encontramos a un chico que no conociamos que era moreno, de ojos verde miel, alto, llevaba unos vaqueros, una camisa.

    Él chico era un poco raro y tímido pero le preguntamos como se llamaba y el contesto yo me llamo Kevin y vosotras como os llamais yo me llamo Enma y mi mejor amiga se llama Alexia porque lo querias saber Kevin sabeis que os andan buscando por el bosque estrellado y donde esta eso muy lejos de aquí os acompañare solo son 7km.

    Kevin, Alexia y yo ibamos andando cuando de repente mi perro se puso a ladrar y nos asustamos al ver que no pasaba nada que solo era una rama que se movía y hacía ruido yo me asuste un montón y al ver que fue Kevin averiguar lo que era yo estuve más tranquila.

    Le preguntamos a Kevin quedá poco, él nos dijo que ya quedaba solo 10min y llegabamos y yo dije por que nos has mandado que vayamos a el bosque estrellado porque hay una persona que os está buscando pero vosotras no lo sabéis quien es pero yo si y no puedo contarlo porque sino puede que desaparezca y no vuelva a veros, tranquilas que yo os protegere, yo y mi mejor sabemos protegernos solitas no hace falta que un chico nos proteja.

    Yo y ella cuando nacimos nos dejaron buerfanas y nos mandaron al mismo internado y a la misma habitación y desde eso hemos sido como uña y carne, hemos vivido las dos solas y hemos tirado a delante estudiando y trabajando, nunca hemos podido saber quien eran nuestros padres y desde eso nos hemos protegido la una a la otra, lo siento mucho chicas no quería ofenderos, no pasa nada Kevin ya estamos llegando veis ese castillo allí es.

    Cuando llegamos allí nos enteramos que el castillo se llamaba Cardew, entramos todos y me dijo Kevin os presento a vuestros padres yo dije no puede y porque todo este tiempo sin saber nada, mi padre y mi madre nos contaron una historia:
    Tu padre y yo nos casamos el 25/03/1980 ese día le dije a tu padre que estaba embarazada y su madre se enteró ella era como una bruja ella me odiaba y hacia cosas para que no pudiera estar con vuestro padre cuando se entero de que erais dos chicas dijo su madre a esta la vamos a echar de mi casa para no volverla a verla más, tu padre y yo una noche nos marchamos en el 1998 cuando me dijo el médico que me quedaban solo dos semanas y nacíais nos marchamos a una casa del bosque el día 27/04/1998 estuvieron los médicos con tu padre y conmigo hasta que nacisteis cuando os ví la cara os puse el nombre de Enma y Alexia vuestra abuela lo supo donde estabamos vino me cogió a mis hijas os llevo a un internado yo sin saber nada de vosotras hasta que en el año 1999 nació vuestro hermano Kevin que le mande a ese bosque por que me entere donde estabais cuando murió vuestra abuela en un papel y que sepais que las dos soy hermanas de la misma sangre por eso desde pequeña os puse una pulserita para que cuando vinierais saber si erais mis hijas pero una madre con la mirada sabe quienes son sus hijas y al final la familia Cardew se unió y vivieron juntos todos y ellas disfrutaron de los años con sus padres cuando no estuvieron con ellos.

    FIN

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  5. Corría el año 575, llevaba todo el invierno viviendo de las provisiones, pero, algún día tenían que acabarse, y ese día ya llegó.
    Debido a esto cogí mi carral, me lo pues a la espalda y me fuí a Peña la Cabarga a recoger frutos y algo para beber.
    De repente, mientras estaba recogiendo unas setas que había visto en el pie de un árbol, se produjo un silencio impresionante, los pájaros se callaron, el viento paro de soplar..., pero tenía tanto hambre que seguí recogiendo esas setas.
    Cuando terminé de recoger esas setas , me dí la vuelta, y me dí cuenta de porque ese silencio, ¡tenía delante mío un oso enorme!, ¡debía ser de incluso cuatro metros!, me empecé a preocupar, yo no sabía que hacer, y sin pensarlo, me abalancé sobre él y me puse a pegarle puñetazos, yo acabé mal, pero el oso acabó peor, lo bueno es que ya tuve comida para mucho tiempo.

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  6. Mientras avanzo cuento todos y cada uno de los latidos que palpitan en mis oídos, ya llevo unos diecisiete y todavía no he logrado tranquilizarme. Sé que él está detrás. Estoy totalmente segura.

    Sigo adentrándome en la oscuridad, como si no me importase. Escucho sus firmes pasos por detrás de mí, entonces no me lo pienso dos veces y me pongo a correr como si mi vida dependiese de ello.

    Estoy llegando al final del callejón, ya puedo ver la salida. Mi respiración se agita cada vez más. Estoy a unos diez pasos de salir de este horrible lugar. Pero entonces, me doy cuenta de que es tarde. Demasiado tarde.

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